domingo, 11 de febrero de 2018

Buen montaje local de estupenda obra de Carballido

En la  vida hay acontecimientos que semejan a las amarras de un barco que, al ser liberadas, dejan al navío libre para seguir una ruta predestinada. El suceso ocurrido no es el que fija el derrotero, sólo es el detonante para que este sea transitado.


Así nos parece la obra “Escrito en el cuerpo de la noche”, una de las fantásticas dramaturgias del maestro Emilio Carballido, donde los integrantes de una familia migrante establecida en la Ciudad de México viven atados a un puerto que sólo es su estancia temporal.  

Ellos no lo saben, pero sus vidas están tensas, la llegada de una joven a ese hogar es la guillotina que corta las sogas, el  barco leva anclas y conduce a sus ocupantes a sus respectivos puertos.
Juan Ramón Góngora

Este emotivo trabajo de Carballido llegó a Mérida gracias al talento inquieto de Juan Ramón Góngora, actor y director teatral que ayer sábado estrenó en Casa Tanicho este montaje en formato de lectura dramatizada.  

En realidad esta presentación resultó mucho más que una simple leída de un texto, casi resultó el ensayo general de la obra, la última pulida antes de estrenarla.

Juan Ramón se esmeró en ofrecerla con la decoración, vestuario, sonido, iluminación y demás elementos requeridos para esta creación escénica. El público no sabría que está ante una lectura dramatizada si no fuera porque los actores llevaron todo el tiempo consigo sus cuadernos de parlamentos.

Eglé Mendiburu y Xhail Espadas
Ese montaje teatral lució también por su estupendo reparto: Eglé Mendiburu, Xhail Espadas, Lorena de los Ángeles Barrera y Joaquín de la Rosa Espadas.

Las dos primeras son experimentadas y queridas actrices que no se limitaron a recitar los textos asignados en el guion sino que consintieron al público con sendos trabajos histriónicos que fueron aprobados con abundante aplauso.

Eglé desempeñó el papel de una abuela viuda que, lejos pasar esa etapa de la vida en jubilación, trabaja elaborando alimentos en el hogar para vender y tener ingresos para gastos del hogar y reunir lo necesario para recibir la sepultura que ella desea al morir. 

Joaquín de la Rosa y Lorena Barrera
La anciana ocupa sus horas en esa preocupación,  sus nostalgias, los anhelos incumplidos y el amor a su hija y su único nieto.

Xhail es la hija de aquella. También es esposa de un idealista aventurero que la abandonó al estar más interesado en llevar el marxismo por el orbe que encargarse de su familia. Ella es trabajadora manual en una escuela, su calvario es la rutina.

Respecto a Lorena y Joaquín, son jóvenes  actores que respondieron bien a la mano del director. Hay entusiasmo, concentración y responsabilidad en los trabajos que les correspondió.

Ella representa a una muchacha crecida en la calle, graduada en la dura universidad de la vida, por ello miente, abusa y delinque cuando considera necesario hacerlo. Es la joven que irrumpe en el hogar para soltar las amarras del destino de cada uno de sus integrantes.

El papel de Joaquín es de un adolescente que quiere ser cineasta, se entiende mejor con su abuela que con su madre, y cree que podrá encontrar a su padre y obtener ayuda de este para lograr su propósito.

En el desenlace de la obra se nos muestra cuál es el derrotero que siguió cada integrante de la familia una vez que el barco deja el puerto de origen y se adentra en los océanos.


Esta obra de Emilio Carballido fue escrita en 1993 y fue llevada al cine en 2016 mezclada con el cuento La Desterrada. 

Juan Ramón Góngora hizo el montaje local gracias a una beca federal que recibió en reconocimiento a su trayectoria teatral. Con este proyecto, él pretende hacer un reconocimiento al dramaturgo mexicano, a diez años de su fallecimiento. 

Sin duda, logró su propósito. Esta versión de “Escrito en el cuerpo de la noche” es un buen trabajo que pone ante el público la sensibilidad, humor y poesía que caracterizan los textos de Carballido, y también muestran la destreza con la que el escritor veracruzano creó personajes y manejó las pasiones  humanas.

Esta obra se presentará por segunda y última vez este domingo,  a las 7 de la noche, en Casa Tanicho,  ubicada en el cruce de las calles 66 y 41. Boletos a $50. Al terminar la función habrá un  brindis con vino.