sábado, 14 de enero de 2017

Gritar para expulsar sufrimientos

Kerygma Flores, Mónica Bejarano y Patricia Collazo.

Tres buenas actrices visitan Mérida

¿Qué mujer no tiene deseos de gritar para desahogarse de sus angustias, soledad, desesperanza, rencores y sufrimientos? Cuál de ellas no quiere desgañitarse para que salgan por la garganta esos dolores que punzan el alma de las agobiadas amas de casa, las esposas incomprendidas, las empleadas explotadas…

Todas quisieran hallar paz vociferando, expulsando a gritos el desconsuelo, la congoja, la pena y los tormentos que asoman en cualquier etapa de la vida de cualquier mujer. Pero ellas no pueden hacerlo cuando lo desean, deben reprimirse porque la sociedad no lo permite excepto en cierto lugar y circunstancia.

Lo anterior es el mensaje central de la obra teatral Dirección Gritadero, escrita hace casi 30 años por el premiado dramaturgo Guy Foissy, nacido en Senegal, la ex colonia francesa, pero que desde joven emigró a París y ahí realizó su carrera. 

En las obras de este autor abunda un singular humor -negro y absurdo- al momento de plasmar su visión sobre la sociedad contemporánea, lo cual hace  un poco difícil entender la trama de la escenificación citada, la cual se presentó ayer sábado por la noche en el teatro Fantasio  y que se repetirá hoy domingo, a las 8 de la noche.

Analie ´Gómez, primera a la izquierda.
Esa obra llegó a Mérida con tres buenas actrices de la Ciudad de México gracias a un  proyecto de también actriz Analie Gómez, quien dejó Yucatán por un tiempo para estudiar en la capital del país una maestría en la Escuela Nacional de Arte Teatral. 

Como parte del examen para obtener el título respectivo ella montó esta escenificación que estrenó en octubre pasado y  se mantuvo en  cartelera hasta noviembre, en la Ciudad de México.

El elenco está formado por  Mónica Bejarano, Patricia Collazo  y Kerygma Flores, cuyo trabajo en las tablas  hace disfrutable esta obra que exige esfuerzo para entender el mensaje y la situación de cada una de las protagonistas: La típica ama de casa que se sacrifica por el esposo, los hijos y el hogar; una esposa desencantada cuya situación la hace tener varios amantes, y una trabajadora urgida de ingresos pero que es rechazada por criterios contradictorios en los centros de trabajo.

Las tres coinciden en el paradero donde esperan el autobús que las llevará hasta el Gritadero, el sitio donde está permitido desgañitarse para reducir la carga de las penas, tener un desahogo que permita continuar con sus vidas. 

Mientras aguardan la llegada del vehículo se confiesan, revelan su situación individual, y además descubren que los hombres también tienen la misma necesidad de gritar. Los varones aguardan el mismo autobús, e incluso lo abordan antes que ellas.

Hay quienes consideran que esta obra también es una crítica a gobiernos totalitarios que imponen censura y reprimen las libertades ciudadanas para mantenerse en el poder.

En este  montaje no hay escenografía, lo cual contribuye a que el foco de atención del espectador sea el trabajo de las actrices, su desempeño actoral, el movimiento de cuerpo y el modo en que ellas usan la voz. Gracias a esto no decae el interés.

Esta presentación, como ya dijimos, se repetirá este domingo 15, a las 8 de la noche, en el teatro Fantasio. La entrada es gratuita, no se requieren boletos. (Mérida Cultura)