sábado, 7 de mayo de 2016

Una traición que recordaremos



Buen montaje de una muy representada obra.



Al actor y director teatral Francisco Solís Muñoz se le aplaude no sólo sus trabajos escénicos sino su empeñoso esfuerzo por impulsar el  teatro local mediante la fundación del Foro Alternativo “Rubén Chacón”, una necesaria, fatigosa tribuna que llenó un agujero no atendido por las autoridades culturales.

Otro de los proyectos que ha realizado este creador fue llevar obras teatrales al interior del estado para  impulsar la actividad cultural en los municipios, en particular las artes escénicas. Puso un ladrillo a un importante edificio que falta construir fuera de Mérida.

Según nos dicen, hace una década Francisco Solís dirigió también  durante un par de años un proyecto de teatro escolar en Yucatán. Esta es una tarea que hoy día realiza la talentosa actriz Silvia Káter, la cual ya implantó récord en esa loable, afanosa tarea.

Francisco Solís es egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA, hace mucho que bajó del carro de la actuación y decidió empujarlo. 
Desde principios de los años 90 es director teatral, fundó la compañía Teatro del Sueño, con la cual ya participó en festivales nacionales y se presentó fuera del país. Años atrás, con la obra “La muerte del abuelo”, hizo una pausa en la tarea de dirigir y pisó de nuevo las tablas, lo cual, hasta donde sabemos, no ha repetido.

Ahora Francisco tomó nuevo impulso en el quehacer de conducir montajes, acaba de terminar la maestría en Dirección Escénica, en la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), y como parte de esto presentó la obra “Traición”, vieja y exitosa dramaturgia del británico Harold Pinter, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2005. 

Las funciones -este sábado fue la última-  se  realizaron en el foro que él fundó hace casi cuatro años en un  rincón del histórico pero desvencijado edificio donde funciono la penitenciaría “Benito Juárez”.

(El Foro Independiente “Rubén Chacón” sufre desde 2015 el  boicot de la indiferencia oficial. Ante el peligro de derrumbe en  la entrada principal de la ex penitenciaria “Benito Juárez” fue clausurado ese acceso, de modo que desde entonces el incómodo ingreso al descompuesto edificio es por la parte posterior) 

Alejandra Argoytia.
Para esta complicada puesta en escena, debido al singular estilo del innovador Pinter, se convocó a tres actores que llevan años solidificando sus carreras.  Dos de ellos son Víctor Belmont y Alejandra Argoytia, viejos compañeros de escena del  director pues estuvieron juntos hace tiempo en  la obra Los  Enemigos. En ella, Francisco y Alejandra participaron como actores, y Belmont se encargó de la puesta en escena. El tercer colaborador es Miguel Angel Canto.

Miguel Angel Canto.
Otro elemento de ese esfuerzo fue una construcción especial para ofrecer ese montaje, con un escenario de cuatro puertas que incorpora a los espectadores,  no hay barreras entre estos y los actores. 
La presentación es larga, de unas dos horas, la obra se dividió en unos ocho o diez cuadros, con igual número de cambios de escenografía y vestuario.
A pesar de esas pausas, lo extenso de la función y la compleja exposición de esa dramaturgia –la historia empieza por el final- se mantiene el interés y se goza con las actuaciones.

Víctor Belmont.
“Traición” aborda el tema de la infidelidad conyugal, en un triángulo cuyos protagonistas son personas exitosas profesionalmente pero fracasados en su relación  marital. La obra expone las concepciones que cada una de ellas tiene sobre el matrimonio, la familia, el  amor, la amistad y el engaño al cónyuge. Muestra también que esa doble relación es llevada de distinta forma por los involucrados, para la mujer es mucho más que una aventura, en su caso hay fuerte ingrediente sentimental.

La dificultad para entender el desarrollo de este melodrama radica en que la obra comienza con el final de la historia, y esta va para atrás hasta llegar al inicio, al momento en que surge esa atracción entre los infieles y estos deciden traicionar a sus parejas. 
Pero hay momentos en que el relato va para adelante y de nuevo retrocede. Hay que tener esto en cuenta para comprender las palabras que Pinter pone en los protagonistas mediante diálogos frugales durante las distintas fases de la historia, la cual transcurre durante muchos años.

La producción de “Traición” estuvo a cargo de Hortensia Sánchez, la escenografía y la iluminación fue de Manuel Araiza, y la música de piano a cargo de un artista cuyo nombre no figura en el programa de mano.


Los tres actores que eligió Francisco Solís consiguen ofrecer al público el disfrute estético del teatro. Su trabajo nos lleva a desear el apoyo para que el Foro Alternativo “Rubén Chacón” siga siendo el muelle desde donde distintos grupos teatrales nos suben al barco donde se disfruta el sueño de las artes escénicas.  (Mérida Cultura).