domingo, 3 de agosto de 2014

Inverosímil claustro de religiosas



 


Tapanco Centro Cultural nos trae una hilarante obra musical.  



En Mérida el teatro jocoso no tiene que ser necesariamente del género “regional”, abundan las obras ingeniosas y divertidas para pasar un rato agradable y despojarse de las toxinas. Prueba de ello es el regreso de la temporada de “Sor-Presas”, una comedia musical que el viernes pasado subió el telón en Tapanco Centro Cultural, a cargo del grupo “¿Por qué no? Producciones”.
Yatzaret Castillo y Mónica Vázquez

La obra es estadounidense y fue adaptada para el medio local. La idea central es locuaz, inverosímil y un poco irreverente, pero necesaria para dar pie las joviales peripecias que ocurren en un convento azotado por la crisis económica, la poca fe de las enclaustradas y otra desgracia más: la religiosa a cargo de la cocina envenena sin querer a la mayoría de las monjas.
Yohanna G. Lixa

Sólo sobreviven cuatro: la superiora (Yatzaret Castillo), la vicerrectora (Mónica Vázquez), una monja (Zaabdi Hernández, director de esta puesta en escena) y una novicia con problemas de amnesia (Johanna G. Lixa).

Amenazadas de terminar en la cárcel y urgidas económicamente para dar sepultura a las hermanas y enfrentar la crisis económica a las cuatro se les ocurre hacer una presentación teatral para recaudar fondos. Así es como llegan a Tapanco a ofrecer  un accidentado “show” de canciones y baile dividido en dos partes, con breve intermedio.
Yatzaret Castillo

El segundo segmento de la obra es mucho mejor que la primera. 

Hay etapas de esa escenificación en que a cada integrante del elenco le corresponde un monólogo. En esas presentaciones individuales, como es de esperarse, sobresale Yatzaret por su dominio de las tablas y el manejo del público.
La "hermana superiora"
Esta conocida actriz regala una buena actuación al público. También pone a este en ascuas al subir por unas incómodas escaleras hasta la parte superior del escenario. Nosotros apostamos a que si no se caía al ascender lo haría al intentar bajar, pero no ocurrió ninguna de las dos cosas. (Dan ganas de ir a todas las presentaciones de la obra para ver en cuál de ellas Yatzaret da con su humanidad en el suelo).
Johanna G. Lixa
En segundo término sobresale Johanna G. Lixa, una joven y bella actriz que desborda simpatía y gracia. Además es buena cantante, esto se constata a lo largo de este musical. Ella realiza una hilarante representación de un religiosa con problemas de memoria y sale airosa del reto de estar sola ante el público en uno de esos ejercicios personales.
Mónica Vázquez

Mónica Vázquez completa el trío de actrices, cumple con el papel que le asignaron. Pero deberá ejercitar más la voz para darle volumen.
Zaabdi Hernández con Johanna.
 Zaabdi Hernández es otro joven integrante del reparto, dirigió al grupo e interpreta a la cuarta monja de esa historia. En el monólogo cantado que este ofrece hay una verdad: en el pasado no sólo el hábito de las religiosas era blanco y negro, casi todo en la sociedad era así y resultaba fácil distinguir entre el bien y el mal. Ahora que los valores universales son cuestionados todo es gris y no es sencillo saber qué es bueno y qué es malo.


Este cuarteto de actores planea viajar pronto a Estados Unidos para cumplir una invitación para llevar “Sor-presas” en ese país. El boleto para ver esta obra cuesta $80, lo recaudado en las presentaciones que tendrán en Tapanco será para cubrir parte de los gastos. 
Debido a la abundante oferta de artes escénicas que hay en estos días por el Festival del Teatro Wilberto Cantón, el equipo de Yatzaret tendrá un reto mayor para captar público. Pero tiene a su favor el hecho de que en Mérida hay escasas presentaciones de obras musicales como esta.  

Este domingo a las 7 de la noche habrá otra función de “Sor-Presas”. Si usted está cansado del llamado teatro regional y busca otras alternativas teatrales para reír y pasar un rato entretenido entonces acuda a Tapanco a disfrutar de ella.- (Mérida Cultura).