Mientras estudian sus carreras, estos aprendices de actuación sorprenden con su trabajo en las tablas.
Aracely Torres es estudiante de enfermería,
seguramente se graduará. Si no lo hace, entonces el éxito le espera en el
teatro, al menos en el género de comedia regional yucateca.
Aracely es una de las integrantes del taller
de teatro universitario de la Facultad de Enfermería que el lunes pasado presentó la obra “Olé, mi
sangre india”, del desaparecido dramaturgo yucateco Tomás Rosado.
La joven estudiante llevó con éxito el papel
principal de esa jocosa puesta en escena que formó parte de las actividades
culturales con que se celebra el aniversario de la Universidad Autónoma de
Yucatán.
Ignoramos si Aracely es buena con la jeringa, los vendajes y las
curaciones, pero no cabe duda que las tablas es lo suyo. Sorprendió gratamente
con su actuación esa noche.
Esa presentación mostró al público ajeno a la
comunidad universitaria que en la UADY hay un buen taller de teatro y que ahí
se realizan cosas interesantes. Al menos así se observa en la Facultad de
Enfermería, donde esa tarea está a cargo del actor Othoniel Montalvo.
El lunes pasado un grupo de seis aspirantes a
enfermeros y enfermeras presentó en el teatro “Felipe Carrillo Puerto” la obra Olé, mi sangre india, uno de las varios,
ingeniosos, trabajos de teatro regional yucateco que escribió Tomás Rosado.
Este dramaturgo se caracterizó por la confección de guiones de humor blanco,
rechazando la procacidad y, en cambio, apostando al duro trabajo de conocer el
idioma y la idiosincrasia del pueblo yucateco para extraer esas finas vetas que
llevan alegría al público.
Tomás Rosado fue un sastre de la agudeza y
las salidas inesperadas, en su pluma estaban la chispa yucateca, la gracia y
ocurrencia típicas del teatro regional.
La obra que presentaron estos estudiantes es
una entretenida crítica a quienes reniegan de su sangre maya y desean haber
nacido españoles. En esas pretensiones caen en el ridículo y generan
conflictos.
El argumento es sencillo: una madre con aires
de grandeza desea que su hija se case con algún español, y por ello rechaza al
joven milpero que pretende a la joven.
La pareja de enamorados urde un plan: el
muchacho fingirá ser ibérico para lograr que la suegra consienta la unión.
A falta de programas de mano no logramos
reunir los nombres de todos los actores. Citamos a Claudia Campos, Angel
Cervantes, Abdón Cruz, Génesis Zavala y a la ya mencionada Aracely Torres.
Quienes quieran conocer el trabajo de los
integrantes de ese taller teatral de la Facultad de Enfermería pueden asistir a
ese plantel el próximo viernes 20 de este mes, a las 6 de la tarde, cuando
presentarán Monólogos de la vagina,
una dramaturgia estadounidense escrita en 1996 para llamar la atención contra
la violencia doméstica y de género. (Mérida Cultura).
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