El suizo Finzi Pasca convoca a la esperanza con obra Ícaro.
¿Qué tiene la obra Ícaro, de la Compañía
Finzi Pasca, que la mantiene como un éxito desde su creación hace 24 años? ¿Por
qué esta obra sigue gustando a la gente de distintas partes del mundo donde se
presenta?
Las respuestas a esas preguntas las
tuvimos ayer miércoles por la noche en la primera de las dos exhibiciones de
ese proyecto previstas en Mérida en el teatro José Peón
Contreras. Hay que decir que el actor de este monólogo, Daniele Finzi Pasca,
tiene una simpatía natural que lo conecta inmediatamente con el público. Así lo
constatamos en esa función donde de inmediato ese actor y director teatral
suizo sedujo a los meridanos cuando salió a presentar el prólogo de la obra,
pronunciando muy bien el español.
Otra respuesta es que Ícaro es una comedia
divertida, tiene frases y momentos ocurrentes, el argumento sorprende. Otra
razón más es que la historia llega al corazón, habla de la esperanza, es
conmovedora. Los elementos joviales no ocultan el drama del personaje central,
un hombre aprisionado desde hace tres años en un hospital y que perdió a un
amigo que también ingresó ahí. Un nuevo paciente llega para hacerle compañía y
entonces el antiguo inquilino promete que aquel sí saldría de ese
encarcelamiento, volando con alas fabricadas por ellos mismos. Es Dédalo ayudando
a su hijo Ícaro.
Un elemento más que hace atractivo ese
monólogo es que el artista extranjero utiliza a una persona del público para
que esta represente al otro paciente. La gente de teatro sabe los riesgos de
improvisar con el público, el “actor” puede tener reacciones inesperadas.
Pero
Pinzi Pasca ha hecho esto durante años y tiene dominadas todas las
circunstancias. El momento en que él camina entre el público para elegir a su
compañero de escena es otro elemento divertido del espectáculo. Debe escoger a
una persona delgada pues le toca cargarla en parte de la representación. “Los
yucatecos comen bien”, expresó al ver que no había muchos candidatos de bajo
peso.
Según la biografía disponible del artista
suizo, este nació en una familia de fotógrafos. Conoció el mundo del circo a
través de la gimnasia, y de ahí saltó al teatro. En la India fue voluntario en
un proyecto de asistencia a enfermos en fase terminal. De vuelta a Suiza fundó
junto con otras personas un grupo teatral y crearon una técnica dramática
denominada teatro de la caricia.
Debido a que el actor rehusó en su país hacer
el servicio militar porque se opone a las armas, el gobierno lo envió a una
breve estancia en prisión. Ahí surgió en parte la idea de crear Ícaro.
Daniele Finzi ha realizado varios proyectos
exitosos, entre ellos uno para el Cirque Du Soleil y el espectáculo inaugural
de los Juegos Olímpicos de Invierno de
2006. Llegó a la capital yucateca invitado por el Mérida Fest.
Su espectáculo
se repetirá este jueves 22, a las 8 de la noche, en el teatro Peón Contreras. Acuda
temprano para alcanzar buen lugar. En la primera función el público casi llenó
el teatro. La entrada es gratuita. (Mérida Cultura)
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