Una obra teatral aborda temas que nos interesan a todos.
Quienes en estos días acudan a ver la obra “Nada
humanos nos es ajeno”, la nueva producción de Silvia Káter, seguramente saldrán
del teatro transformados. Se llevarán el sabor de un buen
espectáculo pero tendrán la conciencia intranquila.
Quizá movida por lo que ocurre en el país,
esta actriz y cantante decidió realizar este proyecto para exponer el lado
oscuro de la humanidad, aquel que nos lleva al abuso, explotación y violencia
contra el semejante, esas conductas condenables que provocan sufrimientos
evitables en millones de personas de todo el planeta, empezando por aquellos
cercanos a nosotros, los que son parte de nuestra comunidad.
Utilizando textos y canciones de distintos
autores, género y épocas (tango, nueva trova, canciones de protesta, citas de
Ghandi, Einsten, Galeano…) esta dama de los escenario tuvo la agudeza
de presentar esos dramas salpicándolos con humor. Es como aquella medicina que
nos sirven con azúcar para disminuir su sabor amargo. Esto alivia el crudo dolor
de recordar esas tristes realidades.
En el trayecto los dos actores asumen
distintos papeles para presentar historias en las que exponen la discriminación
contra el indígena, el sufrimiento infantil, el machismo, la intolerable
sumisión femenina, la tortura en las cárceles y el cinismo de ricachones que
mienten en defensa de intereses reprochables.
Además –no podía faltar– se muestra al político típico
causante de gran parte de esas tragedias. Pero en esta obra ese "representante
del pueblo" es sincero, expone sus verdaderas, funestas intenciones y pide que
voten por él. Ojalá que esto ocurriera en la vida real. Por lo menos las
actuaciones las seguiremos viendo en los teatros y no en los mítines
partidistas.
Por su parte, Juan Carlos Hernández logra robarle algunas escenas a la diva local, realiza buen trabajo en la actuación y el canto. Se vio bien en su papel de político.
Por ello esa representación termina con una
canción que advierte contra la indiferencia, ese monstruo que pisa fuerte. Ese pecado de omisión, esa apatía, esa mal
entendida neutralidad no genera un mundo mejor sino que puede llevarnos a los
yucatecos a sufrir los horrores que ya padecen otras regiones del país. (Mérida
Cultura).
Nota: Esta obra se presenta se presenta en el
Centro Culturar Olimpo. Quedan seis funciones. Una de ellas es este jueves 20 a
las 9 de la noche. Boletos a $50 y $25.