Estreno de “Cachorro de león”, un drama de
mucho peso emocional que aborda con ingredientes personales la violencia
intrafamiliar.
Una pieza de gran carga emocional es el nuevo
proyecto escénico que Conchi León estrenó anoche, en el Día Internacional del
Teatro, ante un público de amigos y seguidores que la vieron exponer en esa
obra etapas íntimas de su vida.
La conocida actriz y dramaturga elaboró
“Cachorro de león” con base en vivencias personales. Develó elementos
biográficos que colocan jirones del alma y el corazón en el escenario para
servir de catarsis sanadora de una dura fase de su vida infantil y juvenil.
Esa obra revela que ella proviene de una
familia cuyas características son típicas de muchos hogares marcados por el
machismo, una esposa sumisa, la pobreza y la ignorancia, esta última la
inevitable compañera de aquella.
El argumento de esta pieza teatral es el
conflicto emocional de una hija hacia un padre violento, mujeriego y bebedor
que no rectifica el camino. Su conducta siembra dolor en el hogar, causa
heridas que no cierran.
Este jefe de familia, trailero de oficio, es descrito
como un sujeto tosco incluso en sus pocos momentos de ternura paterna. Estos
actos amorosos y de responsable preocupación por los hijos son relámpagos en
oscura y larga noche de tormenta.
Ella crece, deja el hogar y hace su vida. El
rencor no deja espacio para el perdón. Rehúsa ver de nuevo a su padre, incluso
después de dos infartos que ponen a este ante la muerte. El viejo bribón es
desahuciado. ¿Llegará el perdón de la hija antes de dejar este mundo?
En esta historia también entran otros
trágicos personajes que parecen sacados de una película de Luis Buñuel. Ellos
son “El pulpo” (un hombre que perdió los brazos de niño, cortados por las
ruedas de un ferrocarril, en un accidente ocasionado por un padre
alcoholizado), “El plateato” (artesano
de la plata que dejó su vida de dandy después de un accidente en el taller que
le dejó cicatrices en el cuerpo y el rostro), y el “Picapiedra” (un cargador
manco por la imprudencia de mostrar supremacía).
Hay otro personaje más, “El payaso”. Es el
abuelo, hilo que explica en parte la conducta de “El pajarito”. Aquel también es
machista, infiel, irresponsable y desconsiderado. Su noveno hijo nació en un
viejo vagón de tren donde se refugió con la familia después de que vendió la
casa y despilfarró el dinero. Es el ejemplo que vieron los vástagos.
“Cachorro de león” (un juego de palabras con
el apellido de la actriz) es un trabajo de gran peso dramático, se manejan el
miedo, el odio, el dolor, la compasión. Ella dejó escapar lágrimas en varios
pasajes de esta obra que es como una purificación espiritual y emocional.
También es una escenificación en la que Conchi León
propone varias reflexiones al público y además revela por qué ella se dedicó al
teatro y cómo ocurrió esto.
Al estreno de este monólogo, en el Teatro
Pedrito, asistieron el cantautor Sergio Esquivel, el comediante Mario Tercero,
el director teatral Óscar López –colaborador en ese montaje- y otros
trabajadores más de la escena. Esta obra estará en cartelera, no se la pierda.
(Mérida Cultura).
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