Terminó un mes de actividades del “Wilberto Cantón”.
Una obra costumbrista, un desfile de zancos, un
persistente proyecto de teatro callejero y la presentación de conocida y
querida artista argentina que adoptó a Yucatán como su hogar son parte de las
últimas actividades realizadas antes de que cayera ayer sábado 16 el telón del
Festival de Teatro Wilberto Cantón.
Al igual que otros años esa fiesta de las
tablas tuvo, por un lado, un repertorio de obras del llamado teatro regional
yucateco, realizado y actuado por el gremio de comediantes de ese género. Por otro lado hubo comedias, melodramas y otras propuestas escénicas más de corte distinto al
primero ya mencionado.
Como siempre ocurre en esos casos, las parodias y otras
presentaciones ligeras del teatro regional son las que más público captaron. En
esos casos los foros se vieron casi llenos o repletos, con filas de gente
esperando antes del comienzo de las funciones
para poder entrar a verlas.
Entre las escenificaciones ofrecidas en el
final de ese programa anual estuvo “Todos somos Federico”, un monólogo de
Francisco Sobero “Tanicho” sobre algunos aspectos de la vida de García Lorca.
Sobre ese poeta y dramaturgo granadino se han
realizado muchos trabajos. Hay unos 30 de ellos en cine, televisión, ópera y
otras adaptaciones más que son conocidas
internacionalmente. A ellas se suman una cantidad de pequeños y medianos
proyectos que surgen con frecuencia en el extenso mundo hispanoamericano que García Lorca
hizo suyo con su escritura.
Por ello resultó interesante ver la noche del
viernes pasado el proyecto elaborado por “Tanicho” bajo la
dirección de Pablo Herrero. Según nos pareció, es un andamiaje sostenido en la biografía y
algunas poesías lorquianas, y en esa estructura se acomodaron, para
ornamentarla o acentuar gestos dramáticos, canciones interpretadas por el
actor, una de ellas con guitarra.
También hay danza. La belleza, gracia y
talento ocuparon el escenario en las zapatillas de la bailarina Sihan Charruf,
quien interpretó sevillanas para resaltar el ambiente ibérico de ese proyecto
teatral acomodado en una escenografía de mantillas, abanicos, sombreros, libros, cortinajes y una gran pintura del bardo español.
Además se recurrió a poesías y textos de
Manuel Machado, Antonio Machado y María Teresa Mézquita para reforzar el
concepto de esta nueva forma de abordar la vida del poeta español más leído del
siglo XX.
En esta actuación “Tanicho” deplora, como
todos, la pronta muerte del escritor –antes de los 40 años de edad- y su
fusilamiento cruel y homofóbico en una guerra estúpida, como son todos los
conflictos armados. Esa parte de la escenificación conmocionó al actor, sus
lágrimas lo evidenciaron.
Otra de las últimas actividades del programa
del festival anual de teatro ya citado fue una presentación más de “Don
Quijote, historias andantes”, a cargo de Silvia Káter, actriz que genera
admiración y aplausos en cada proyecto que presenta.
Las cortinas de ese encuentro teatral se
cerraron la noche del sábado con la obra “Voces olvidadas”, un trabajo a base
de creencias, leyendas e historias populares de esta tierra, elaborada por
Miguel Vázquez y Juan Antonio Llanes.
Antes de ello se develó una placa para
celebrar las más de 500 presentaciones de “Noche de leyendas”, un espectáculo de
teatro callejero a cargo del grupo Ovejas Negras. (Mérida Cultura).
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