Poesía, drama, risas y reflexión en una obra que nos traen una colombiana y un argentino.
El Centro de Investigación Escénica El
Teatrito ofrecerá este domingo la última de las tres presentaciones de una obra
divertida, con mucha poesía y metáforas y una gran carga emotiva. Se trata de
La Soledad de las Luciérnagas, un proyecto escénico que recorre Hispanoamérica
desde hace dos años y que culmina ese ciclo en México.
Las emociones que transmite ese montaje y la
gran actuación de la pareja de actores son elementos que permiten la aceptación
general del público en los distintos
países donde se ha presentado este trabajo.
Sin ninguna escenografía pero con muchos
recursos teatrales y de iluminación se presenta una historia contada con
hilvanados fragmentos que pasan por la comedia, al drama, la ironía, la sátira
y la introspección. Para los actores resulta un reto pasar rápidamente de un
pasaje a otro. En un momento la escena es risueña y enseguida salta al drama, o
al revés.
Uno de los actores es el argentino Víctor
Stivelman, quien también es acordeonista y en varias partes de la obra usa este
instrumento para remarcar la carga
emotiva de los diálogos. No tiene estudios formales de teatro, sus
conocimientos los generó trabajando con distintos grupos artísticos desde que él era un adolescente.
En esta obra interpreta a un joven profesor inconforme con el sistema educativo
orientado a domesticar más que generar estudiantes libres, reflexivos y
felices.
La otra participante es la actriz colombiana Alegría Cáceres Benavides,
graduada en actuación, y con un buen camino recorrido en el mundo de las
tablas. Le correspondió representar a una maestra también descontenta con el
esquema docente que no enseña las cosas importantes de la vida, como son
aquellas relativas a los sentimientos, la relación entre las personas, el
sentido de la existencia, la soledad, el amor…
En esta historia los dos profesores se
conocen, se enamoran y se unen. Al cabo de 20 años tienen los problemas
matrimoniales de muchas parejas que llegan a esa etapa conyugal. Los dos
personajes de esta obra están bien construidos.
Según la información disponible, los dos
actores escribieron el guión junto con el argentino Arístides Vargas, actor,
director y dramaturgo. En el texto hay frases interesantes, poéticas y
reflexivas. “¿De qué se ríe la sandía cuando la asesinan?” “¿De qué sirve tener
mucho conocimiento si no hay riqueza interior?”
“Una flor vuela de pájaro en pájaro”…
En una entrevista al periódico colombiano
Página 10.com, Stivelman dijo que el
nombre de esa obra teatral es una metáfora. Las luciérnagas siempre están solas
pero tienen un brillo propio que no apaga la oscuridad de la noche. Dentro de
un sistema educativo las luciérnagas son esos intentos de innovación educativa
para que los niños no sólo adquieran conocimientos sino que también sean
capaces de crear e imaginar. La noche negra representa al sistema capitalista
que arrastra a esas pequeñas luces de nuevas ideas.
Los dos actores citados son parte de la
Compañía de Teatro Puentes Invisibles. Quienes acudan a verlos este domingo
podrán platicar con ellos porque al terminar la obra regresan a escena para
responder a preguntas del público.
Las fotos que acompañan a esta nota fueron
obtenidas en internet. El personal de El Teatrito no permitió tomar fotografías
durante la función porque, según indicaron, así lo pidieron los actores. Sin
embargo se permiten las fotos durante el diálogo de aquellos con el público,
después de la función, tal como lo muestran las gráficas donde ellos aparecen
sentados en el piso.
Otra cosa más: El Teatrito no cobra la
entrada, pide al público después de la función una contribución voluntaria que
se deposita en un sombrero colocado a la salida. Este teatro está en Chuburná
de Hidalgo, a dos cuadras de la calle 60 norte, la vía de acceso está a cinco
cuadras de Costco. La dirección exacta es el cruce de las calles 25 y 14.
Teléfonos 2 89-01-29 y celular 9991-
78-07-96. (Mérida Cultura).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario