Actores de Chiapas levantaron el telón de los trabajos.
En la sociedad hay un sector que no quiere ver o prefiere
creer que no existe la violencia contra la mujer, aquella que va desde agresión
sutil hasta la crueldad extrema mediante esclavitud –trata de personas le dicen
ahora-, la violación y la explotación sexual.
Esa intención de negar u ocultar la violencia psicológica,
económica y física contra la mujer así como la misoginia, la prostitución y
otros delitos y violación de los
derechos de ellas es el mensaje que está detrás de la obra “La siguiente esquina”,
con la cual este miércoles 16 comenzó el Encuentro Internacional "La mujer
en la escena teatral latinoamericana de cara al siglo XXI".
La dramaturgia, el grupo teatral y los actores que se
presentaron son de Chiapas, donde no hay instituciones educativas de artes
escénicas. Ahí la gente de teatro se forma mediante talleres y cursos.
“La siguiente esquina” fue escrita por Damaris Disner,
dramaturga, narradora y promotora cultural originaria de Tonalá. Ella salió de
la universidad con un título en Ciencias de la Comunicación. El montaje estuvo
a cargo de la Compañía Confines Teatro, surgido hace unos 15 años y que
actualmente conduce Jorge Zárate. La dirección escénica es de Saúl Gohé.
Participaron cuatro actores: Ixchel Lacroix, de ascendencia
francesa; María Fernanda Falconi, Alejandro León y Alfredo Espinoza, este
último graduado en ingeniería civil pero optó por desarrollarse en las tablas.
El texto de esa obra es difícil de entender porque, según su
autora, es una “narra-turgia”, de modo que es complejo montarlo. Consta de
fragmentos de varias historias cuyos protagonistas convergen en el bar “La siguiente esquina”, donde chocan o se
entrelazan sus vidas. Los actores representan varios papeles, hacen cambio de
vestuario ante el público.
A lo complejo de la dramaturgia se agregó la desventaja del
sitio donde se presentó ese trabajo, uno de los
salones del Centro de Convenciones, donde se realiza la Feria
Internacional de la Lectura. Ese espacio y las instalaciones no son las de un
teatro, y llegaban hasta ahí el ruido de otras actividades que se realizaban
simultáneamente, entre ellas la actuación de un mariachi en una sala contigua.
Los actores se esforzaron para que no se perdiera parte de los diálogos en ese
amplio salón lleno de sonidos externos.
Si bien en ese salón se improvisó un escenario, quizá a los
actores les pareció inadecuado y no lo
usaron, optaron por actuar entre el público.
En esas condiciones se suprimió un elemento primordial de la escena, la
iluminación. Se sabe que las obras creadas
para ser representadas en un recinto son diferentes a las que nacieron para ser
expuestas al aire libre, en parques, plazas y otros lugares abiertos o amplios
espacios cerrados. En el primer caso hay herramientas imprescindibles, como el juego de luces.
Lo anterior resultó una desventaja extra para los cuatro
actores, por lo cual se elogia el empeño
que pusieron en esta visita a Mérida.
Esta es la segunda ocasión que se realiza el Encuentro
Internacional "La mujer en la escena teatral latinoamericana de cara al
siglo XXI", el cual es impulsado por la Compañía El Globo Arte y Cultura,
que dirige Ana Varguez.
Las actividades de esa convención continuarán hoy jueves y
mañana viernes. Son conferencias, mesas
panel, talleres y presentaciones teatrales, todas ellas se realizan en el marco
de la Filey y se desarrollan en el
Centro de Convenciones Siglo XXI y el Gran Museo del Mundo Maya.
Todas las actividades son gratuitas. Hoy jueves a las 9 de
la noche, en el centro de convenciones, se presentará una artista argentina con
un monólogo basado en la obra “La casa de Bernarda Alba”, del español Federico
García Lorca. (Mérida Cultura)
Nota: la última foto que acompaña a esta nota fue publicada por El Globo Arte y Cultura.
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