martes, 19 de enero de 2016

Danza en el drama de Shakespeare




El desafío de ofrecer una versión original del gran poeta y dramaturgo inglés.



Desde que el director de teatro Paco Marín y un grupo de actores formaron hace cinco años la Compañía Caballo Azul aceptaron todos ellos el desafío de llevar la poesía a escena mediante obras escritas en verso. Tal como ellos mismos reconocen, es una empresa difícil tanto para quienes representan los papeles como para el  público.

Ligia Aguilar y Alfonso García
La complejidad radica en que el director y los actores deben lograr transmitir el mensaje recurriendo a diálogos versificados, lo cual implica para estos últimos mayor esfuerzo nemotécnico y concentración en la representación. La meta es más ardua si la escenificación es un drama.
El público a su vez debe estar atento de no perder los diálogos y seguir el argumento al tiempo que capta y disfruta la composición literaria de  los textos.

En su más reciente proyecto, la Compañía Caballo Azul recurrió al poema Venus y Adonis, del venerado dramaturgo inglés William Shakespeare, para ofrecer una versión de esa dramaturgia con versos blancos elaborados por Paco Marín. 

Se presentó en el Centro Cultural Olimpo
Este proyecto hizo una temporada de presentaciones y regresó el fin de semana pasado al Centro Cultural Olimpo como parte del programa del Mérida Fest que anualmente se realiza para celebrar el aniversario de la fundación de la capital yucateca.

En la obra de Shakespeare el joven Adonis está más interesado en la cacería del jabalí que en los ruegos amorosos de Venus, la cual consigue finalmente amarlo pero después lo pierde para siempre.

Laura Zubbieta y Randia Escalante.
En esta obra el director desplegó básicamente dos recursos para ofrecer una traslación de Venus y Adonis, recurriendo al mismo autor británico y otras famosas creaciones suyas. 

Una de esas estrategias fue recurrir a la danza  y al movimiento corporal de los actores. En ello Paco Marín se apoyó en la experimentada bailarina y coreógrafa Ligia Aguilar Cáceres, ganadora de premios de danza contemporánea.

Ligia Aguilar y Alfonso García
Ligia realiza un extenuante trabajo en esta presentación pues no se detiene durante toda la obra. Mostró una condición física sobresaliente y lució sus habilidades en el baile.

Le correspondió ser la Afrodita que cae en el enamoramiento y que se angustia después por no lograr el interés de Adonis.  Posteriormente,  una vez aceptada, disfruta el amor carnal de este, pero más adelante sufre al perderlo en la cacería del jabalí.   

Ella y Alfonso García  Medina (Adonis) permanecen todo el  tiempo solos en el centro de la escena, excepto al inicio de la obra en que Shakespeare (Miguel Angel Canto) presenta a los personajes que creó.

Randia Escalante
El segundo recurso del director fue poner las palabras y sentimientos de Venus en  tres mujeres de distintas edades y circunstancias, todas sacadas de la literatura del bardo de Avón. Una de ellas es Lady Macbeth (Laura Zubieta), de la tragedia Macbeth sobre  la traición y la ambición desmedida.

Otra más es Titania (Randia Escalante), criatura orgullosa,  es la Reina de las Hadas en la obra  Sueño de una Noche de Verano. La tercera es Julieta (Andrea Urbán), personaje de una de las historias de amor –Romeo y Julieta- más conocidas de la literatura británica.

Andrea Urban
Las tres permanecen en segundo plano, desde una posición elevada, expresando la variada naturaleza del amor y los sentimientos que lo acompañan, entre ellos el dolor.

El libreto incluyó elementos de del cuento Everything and Nothing (Todo y nada) del literato argentino Jorge Luis Borges. Fueron usados en el epílogo que  bajó el telón.

Miguel Angel Canto.
Al  igual que en otros trabajos de Paco Marín se elogia en este proyecto sus recursos lingüísticos y escénicos  que ya le generaron un  estilo teatral propio, identificable. Y se pondera la capacidad del grupo de actores que lo acompaña en esta audaz aventura de plantear una versión propia del ya muy explorado William Shakespeare.

El tipo de iluminación usada en esta representación y la distancia entre los actores y el público impidió a este apreciar el buen trabajo que hizo en materia de vestuario la casa Evans y Charm, a la cual han recurrido en otras ocasiones otros teatreros. Resalta en particular el diseño de las prendas femeninas.

En este nuevo trabajo de la Compañía Caballo Azul también intervinieron Rafael García Medina (una breve aparición, como una sombra), Jorge Escalante (escenografía) y Erick Baqueiro (música).

Consideramos que la falta de difusión  adecuada de este y otros espectáculos que se están presentando en el Mérida Fest impiden que mayor público acuda para disfrutarlos o bien tenga un acercamiento a distintas formas expresivas del arte. Esa escasez de espectadores es todavía más lamentable cuando los eventos que se ofrecen son gratuitos  (Mérida Cultura).  

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