Un refresco embotellado que marcó una época es ahora tema teatral.
El domingo pasado el grupo Murmurante Teatro
estrenó la obra “Sidra Pino. Vestigios de una serie”, un proyecto que expone
los escombros de pasadas catástrofes políticas, históricas y económicas del
estado. También alude al proceso de destrucción y cambio que sufre Mérida con
el paso del tiempo.
En un boletín de la Dirección de Cultura del
Ayuntamiento se indica que los dos directores de ese proyecto, Jorge Vargas y Juan de Dios Rath, extrajeron
de testimonios, archivos y objetos el material para este trabajo, el cual
también es una denuncia social sobre la corrupción y las consecuencias de esta
que todavía sufren los trabajadores sindicalizados de la desaparecida empresa
Sidra Pino.
Esta obra teatral fue concebida en parte en
el local sindical ubicado a dos cuadras del parque de Santiago, frente al
edificio abandonado donde funcionó durante décadas esa embotelladora,
fabricante del Soldado de Chocolate y bebidas gaseosas de varios sabores. Entre
estos están la “negra” y la “cebada”, que eran las más demandadas de la marca
Sidra Pino.
El boletín señala que la obra se desarrolla
en un escenario que se va modificando con instalaciones alusivas a esa empresa
y sus productos. Comienza con una explicación sobre el Soldado de Chocolate,
acompañada con la proyección de un anuncio difundido en 1952.
Se incluyen varios testimonios
relativos a ese refresco y se muestra una máquina estadounidense con la cual
podría producirse de nuevo la Sidra Pino, utilizando para ello la fórmula que
conserva Luis Pino, descendiente del fundador de esa marca, José María Pino.
La presentación incluye aspectos históricos
de esa bebida: El surgimiento de La Pino Águila, que fue el nombre original del
producto, y la venta de la marca a un libanés que le cambió el logotipo por un
cedro con los colores de la bandera de Líbano.
La parte negra de la historia de esa empresa
corre a cargo de El Chacal, un personaje
que entra a escena cubierto con capucha negra y se disculpa por no dar la cara
ya que ha sido objeto de insultos y acusado de oportunista y fraudulento.
En esta parte de la obra, indica el
comunicado, se hace referencia al fraude que Víctor Erosa Lizarraga
realizó al traspasar a otra persona la
propiedad de las marcas registradas de Sidra Pino y Soldado de Chocolate.
El último hilo del proyecto son la voz de los
trabajadores que se fueron a huelga. Son 117
obreros que fueron abandonados desde enero de 2011. Los actores
representan a los sindicalizados que hoy día son vistos apostados en los
alrededores de Santiago pidiendo donativos para sobrevivir.
A Murmurante Teatro le llevó tres años
realizar ese proyecto. En ese lapso
recolectó archivos documentales, testimonios y materiales de la empresa
refresquera. La dramaturgia es de Noé Morales. Los actores son Ariadna Medina, Juan de Dios Rath, María José Pool, Mario Galván, Amín Soda y
Amaury Alonso.
Esta obra teatral se presenta los viernes y
sábados a las 8:30 de la noche, y los
domingos a las 7. El teatro se localiza en la colonia México Norte, en la calle
9 entre la 18 y la avenida 20. (Las fotos son de la Dirección de Cultura y de
Murmurante Teatro). (Mérida Cultura).
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