Concluyó un esfuerzo por llevar al público local una pieza escénica de esa escritora mexicana.
Después de estarse presentando en varias
temporadas desde marzo de 2013 llegó a su fin el último trabajo del grupo
teatral Par 64, que consistió en montar la obra “Andarse por las ramas”. Es una
pieza escrita por Elena Garro con ese lenguaje saturado de símbolos que
caracterizaron a las propuestas escénicas de la que fue esposa del Nóbel
mexicano Octavio Paz.
Asunción Haas y Tony Baeza. |
Con poco público –algunos actores estuvieron
ahí– se realizó la última función de ese montaje que se vino presentando a últimas fechas en el Foro Alternativo Rubén Chacón (ex penitenciaría Benito
Juárez). Durante un año los cuatro actores y el director de ese proyecto
estuvieron insistiendo para que el público se acerque a este tipo de teatro
dramático elaborado por Elena Garro.
No es fácil entender el estilo literario que
la autora utilizó en esta obra para exhibir la fractura de una familia y
mostrar los distintos intereses que tienen sus integrantes así como el rumbo
que toman sus vidas. Los textos de los actores resultan extraños, la trama luce
inconexa, sin lazos lógicos o bien con uniones extrañas. Resulta complejo captar
el desenlace y saber en qué momento terminó la presentación para aplaudir y
salirse del teatro.
Asunción y Tony |
Parte de esas dificultades para entender la
obra se explican porque muchos de los mensajes enviados al auditorio no están
en los diálogos sino en los símbolos, Elena Garro recurrió a ellos en forma
desbordante. El grupo Par 64 se ajustó a esas directrices y recurrió en la
escena a los montajes, las luces y los colores vivos, contrastantes.
En cuanto a los actores, fue grato observar su
trabajo. Es un grupo que ya montó cuatro o cinco obras y está compuesto por
actores con muchos años en las tablas o que comienzan sus carreras. En el
primer caso está Asunción Haas que combina sus actuaciones de comediante en el
teatro regional (con el papel de Xtupita) y sus actuaciones dramáticas.
Ella
subió a los escenarios desde los 15 años de edad, ha realizado monólogos,
teatro infantil y otros proyectos más con varios grupos de actores, directores
y productores.
Otro integrante del grupo es René Avila,
quien también hace teatro regional, lo hemos visto en la compañía de Melo
Collí, en el Ría Teatro. Los otros dos son jóvenes actores puliendo sus
estrellas para que un día brillen con luz propia. Ellos son Yenny del Carmen
Avila y Tony Baeza.
Nos gustaría que las autoridades apoyaran con
recursos económicos a este y todos los proyectos teatrales, a fin de que los
artistas se dediquen a lo suyo y no dividan sus esfuerzos atendiendo aspectos
administrativos, de producción o de otra índole. Es común que esa falta de
colaboración oficial se refleje en la escasa publicidad de las obras, lo cual
dificulta llevar público a las presentaciones,
o bien la imperdonable ausencia de programas de mano. (Mérida Cultura).
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