ADIÓS PICHORRA

El peso de la presentación recae en Elidé Uc.

 

Nueva, original forma de hacer comedia.

Plantear nueva formas de comedia y utilizar en ella aspectos históricos y políticos locales es un proyecto que le resultó bien al actor y director teatral Ramón Góngora Alfaro con su obra “¡Adiós, Pichorra!” presentada hace unos meses en esta capital y con la cual debutó como dramaturgo.

Pichorra es el sobrenombre de Felipe Salazar, poeta yucateco que vivió a inicios del siglo XX y cuyo trabajo se caracterizaba por  el humor ingenioso y  pícaro pero también, con mucha frecuencia, un lenguaje obsceno, soez y vulgar, lo cual escandalizaba a la sociedad de su época. Sus textos se leían y disfrutaban en privado.

Desiré Solís y Elidé Uc.

Ramón Góngora utilizó a Pichorra y su “literatura sucia” para crear esta obra. El argumento plantea que Pichorra ha muerto pero su espíritu toma posesión del cuerpo de una cantante en la noche en que esta se presenta en escena  ante  Juan Ricardez Broca, recién nombrado gobernador a raíz del asesinato de Felipe Carrillo Puerto. El poeta habla  por medio de la mujer para expresarse sobre esos acontecimientos.    

En esta presentación se utilizan textos de Pichorra, de modo que quienes no conocen la obra de aquel pueden acercarse a ella y juzgar el trabajo del poeta yucateco. Además se cantan cuplés  y otras piezas típicas de esa época, como  “Viarieté”, “La Chica del 17”, “Las tardes de Ritz”  y “Es mi hombre”, las cuales todavía recuerda  parte de la población local.

Ramón Góngora creó y dirigió esta obra.

Fruto de esa combinación se tiene una combinación de música, canto y baile. El peso de toda la presentación recae en Elidé Uc, actriz de 24 años de edad egresada del ESAY. Ella permanece todo el tiempo en escena, representando dos papeles y además cantando y bailando, lo cual puso a prueba sus habilidades y recursos. A pesar de su edad, la joven actriz ya participó en diversas obras bajo la guía de distintos directores.    En “¡Adiós, Pichorra!” también interviene Desiré Solís, otra joven actriz que en esta ocasión lleva un papel secundario y breve. Pero esto bastó para que ella muestre su experiencia escénica.

    

Respecto al director y autor de la obra, Ramón Góngora, se averiguó que es egresado de la UNAM y permaneció un tiempo en la capital del país colaborando en buen número de proyectos artísticos. La falta de programas de mano en esa y otras presentaciones que vimos en el primer semestre del año es una carencia imperdonable, afecta al trabajo de los artistas y creadores y limita el disfrute del público que acude a evaluar el trabajo de aquellos.(Mérida Cultura)