domingo, 17 de noviembre de 2013

INTERESANTE OBRA Y UN HOMENAJE.



Don Miguel García, en la obra "Las Pequeñas
Batallas".
Miguel García Minaburu celebró sus tres décadas en el teatro.

Con una obra teatral del escritor chiapaneco Oscar Palacios el conocido actor, director y maestro de teatro Miguel García Minaburu celebró este domingo sus 30 años de actividad en las tablas, una tarea que, según dijo, no abandonará a pesar de haber llegado a esta etapa de su carrera.

Esa presentación se realizó en el teatro Daniel Ayala. Antes de ella el Secretario de la Cultura y las Artes, Raúl Vela Sosa, subió al escenario para entregar a García Minaburu una placa en reconocimiento a su largo trabajo, el cual fue expuesto en una proyección en la que el mismo actor y profesor citó con fotos y vídeos los momentos que considera más importante en su carrera.  
En esa sencilla ceremonia también estuvo Oscar Palacios, quien arribó para participar en ese homenaje y presenciar después la puesta en escena de su obra “Las Pequeñas Batallas”.

García Minaburu dejó la contaduría pública para dedicarse al teatro. Inicialmente combinó las dos tareas pero después se decidió por la actuación, y años después la experiencia lo llevó a los terrenos de director, profesor y dramaturgo. En estos años realizó trabajos en todos los géneros teatrales, incluyendo el segmento infantil, el teatro regional e incluso ballet.
Parte de su labor la realizó en el interior del estado en giras para presentar obras de corte regional, y varios años de su desempeño en la docencia los realizó en el Instituto Tecnológico de Mérida. Actualmente forma parte del grupo teatral Elenco.

Respecto a la obra que eligió para esa noche, es una representación con la que ya había cosechado aplausos en Chiapas y en la cual compartió el escenario con el joven actor cuyo nombre ignoramos porque, como ocurre con los proyectos de la Sedeculta, no hubo dinero para pagar programas de mano.
El muchacho cumplió muy bien el papel que le tocó: un nieto muy ligado a su abuelo (García Minaburu). La interesante trama de esa obra se expone  en los diálogos que se dan entre el anciano y el joven, el día en que este  cumple 18 años de edad y acude a recibir el obsequio de aquel.

Ignoramos si se repetirá esa presentación, la cual tuvo mucho público este domingo 17.

miércoles, 16 de octubre de 2013

VARIOS EXPERIMENTOS EN UNO


Xhaíl Espadas, actriz, directora y catedrática.
            Una obra de Samuel Beckett en Mérida.

Samuel Beckett es considerado uno de los representantes del experimentalismo literario del siglo pasado. Y si en Yucatán alguien quiere experimentar en el teatro entonces no es mala idea recurrir a obras de ese autor irlandés que destacó en la novela, la poesía y la dramaturgia por esa característica que se distingue su trabajo.

 Miguel AngelCanto.
Y si hay deseo de hacer todavía más sugestivo ese experimento no hay nada mejor que dos compañías teatrales hagan y presenten al mismo tiempo su propia versión de una misma obra de Beckett.

Esa parece ser la intención que guió a dos directores y sus respectivos grupos de actores a montar la obra Los Días Felices, uno de los muchos extraños frutos de la pluma de Beckett, estrenado hace medio siglo. En este caso la experimentación  se amplía porque habrá que ver la reacción del público meridano ante este reto de procurar ver dos veces la misma cosa y además entender el no fácil estilo de ese autor europeo, una de las figuras del “teatro del absurdo”.
Para amantes de las artes escénicas esta es una oportunidad de observar como dos grupos teatrales distintos guiados por directores diferentes abordan un mismo reto. Es como un guiso único elaborado por chefs diferentes. Incluso se organizó un “desmontaje”, una reunión en la que estarán ambos equipos dialogando con el público sobre este experimento y sus resultados. 

En este proyecto está, por un lado, una compañía con un nombre extraño: “Síndrome Belacqua”. Su director es Ulises Vargas, el cual se apoyó en esta ocasión en dos profesionales de las tablas. Uno de ellos es Xhaíl Espadas Ancona, actriz y directora teatral con unas 60 obras en su palmarés, ganadora de la Medalla al Mérito Artístico, maestra en Cultura y Literatura Contemporáneas de Hispanamérica y directora del área de Artes Escénicas de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY). El otro es Miguel Angel Canto Peraza, profesor del ESAY, se formó en la Escuela Nacional de Arte y ha colaborado en diversos proyectos y grupos escénicos.
 Miguel Angel Canto y el director
Ulises Vargas.. 

Del otro lado tenemos a la compañía El Sótano, que en esta ocasión tiene como director a Bryant Caballero, quien además actúa en esta obra (también se encargó de la escenografía y la iluminación) junto con Mabel Vázquez.

Sobre este proyecto, Ulises Vargas señala que ese tipo de trabajos es necesario para formar un público que demande una variedad de producciones distinta a la que predomina hoy día en nuestro medio. 
Este singular  trabajo de dos grupos teatrales es uno de los beneficiarios del Fondo Municipal para las Artes Escénicas y la Música 2013 del Ayuntamiento de Mérida.
Xhaíl Espadas, en el ensayo.
Respecto al tema que aborda Los Días Felices, la reseña oficial dice que se centra en los personajes de Winnie y Willie, una pareja de espsoos cincuentones atrapados en un mundo cruel, aparentemente vacío y estéril, esperando el paso del tiempo. Bajo esta anécdota, el texto indaga en los procesos de deterioro físico y mental así como en la imposibilidad del lenguaje como forma de comunicación, convirtiéndose en evidencia de existencia.
La versión dirigida por Ulises Vargas se estrena este jueves 17 y se presentará en 11 ocasiones: los jueves y viernes de lo que resta de octubre y hasta el 21 de noviembre.
La producción de Bryant Caballero se expondrá 12 veces, los sábados y domingos a partir del próximo 19 del presente hasta el 24 de noviembre.
  

martes, 24 de septiembre de 2013

“KI” (HENEQUÉN)



Extraño y desangeladoperformance.
La noche de este martes tuvimos oportunidad de ver a Tomás Gómez, actor y director del “Laboratorio 50.51”, presentar un número de performance art en la acera del teatro José Peón Contreras.

En realidad sólo vimos una parte de esa propuesta, la seguimos únicamente por cerca de  una hora. Después nos retiramos. Lo que vimos en ese lapso no varió, fue la misma imagen: un hombre se arrastra en el piso revolviendo en este una masa de sosquil.

Durante ese tiempo el público congregado en ese lugar vio al artista avanzar sobre la escarpa desde el cruce de la calle 60 con 57 hasta el Parque de la Madre. En todo ese trayecto hizo mismo: arrastrarse lentamente mientras daba vueltas a la madeja de fibra. Esa representación se denominó “Ki” (henequén) y formó parte de las actividades del Cuarto Festival de Teatro que organiza el grupo teatral La Rendija, al cual pertenece Gómez.

Con ese trabajo el actor aludió a la explotación indígena y la riqueza de los hacendados henequeneros durante la época del oro verde.

Hasta donde vimos, en ese performance callejero no hubo expresiones orales del actor, no habló. Constatamos que el público esperaba que él dijese algo o que entraran otros artistas en escena o cambiara el cuadro y se pasara a otras acciones que desarrollaran el tema. Pero eso no ocurrió, se mantuvo la misma imagen.

Inicialmente la gente que acudió a presenciar el espectáculo se arremolinaron junto al ejecutante, pero después decayó  el interés, la mayoría de las personas  se fue dispersando o lo siguió de lejos. Debido a que no vimos el final de esa obra no podemos abundar en los comentarios.

Suponemos que Tomás González terminó con dolor de espalda, manos y posaderas. Al menos implantó récord al trasladarse lentamente en esa posición en ese largo tramo. Si este actor es capaz de una aventura como esa seguramente también nos sorprenderá gratamente, como ya lo ha hecho, con otro trabajo donde mantenga la atención de su público y agregue palmas a su ya abultado morral de aplausos.

jueves, 19 de septiembre de 2013

TEATRO PARA ADULTOS


El grupo teatral La Rendija presenta su nueva producción.

El grupo teatral La Rendija sorprendió de nuevo con la puesta en escena de una adaptación de la tragedia griega Bacantes, escrita por Eurípides 400 años antes del cristianismo.

Esta representación es para adultos, tiene desnudos totales masculinos. Para el espectador resulta extraño ese montaje debido a los elementos que se utilizan en él así como por la combinación de textos originales con otros adaptados más  otros recursos teatrales adiconales. 

Con todo ello se busca generar reacciones y sensaciones en el público y llamar su atención sobre el alcoholismo, la falta de fe, la violencia y el autoritarismo que afectan a las comunidades rurales de Yucatán y del país en general. 

La trama que se exponen en el guión original de Bacantes y esta adaptación difieren mucho porque el grupo teatral utilizó esa tragedia para hablar de asuntos contemporáneos. En general, la obra de Eurípides expone que el rey Dioniso (también llamado Baco) arriba a la ciudad para vengar el olvido en que lo tienen a causa del tirano Penteo. Entre las mujeres (bacantes) seguidoras de Dioniso está la madre de Penteo, quien asesina a este por una confusión generada por la adoración a Baco.

En la representación que ofrece La Rendija, Penteo viene a ser algo así como el comisario del pueblo, quien se opone a las tradiciones. Dioniso se enoja por eso y surge el conflicto. Una de las mujeres en escena es la Xtabay. Entre los recursos escénicos utilizados están “voladores”, jícaras, velas y otros elementos autóctonos. 

La obra se estrenó el jueves por la noche, en la comisaría de Cholul, donde se ofrecerán tres funciones más este viernes así como el sábado y domingo. Las presentaciones se realizan en la terraza abierta del comisariado ejidal, sitio que, al no ser un teatro, dificulta la transmisión de las voces de los actores y los elementos sonoros ambientales. 

El reparto está integrado por Raquel Araujo, directora de La Rendija y quien condujo ese montaje y actúa en él, en el papel de Agave. También están Roberto Franco (Penteo) y Tomás Gómez (Dioniso), quienes hacen los desnudos; Katenka Ángeles (Tiresias), Mariano Olivera (mensajero) y Dayana Borges (bacante).  Oscar Urrutia Lazo se encargó de la escenografía, y Manuel Estrella del sonido.

Esa puesta en escena es parte del programa de apoyo del Ayuntamiento de Mérida. Se exhibe en Cholul porque el grupo La Rendija considera conveniente llevar a las poblaciones de Mérida todos los géneros teatrales. 
Ese conjunto teatral ya había presentado esa obra en la ciudad de México, en un escenario diferente que permitía a los espectadores ver a los actores desde un punto elevado, lo cual permitía apreciar la formación de figuras con tablas que los actores van moviendo durante el desarrollo de la trama. Las funciones en Cholul son gratuitas, a partir de las ocho de la noche.










martes, 17 de septiembre de 2013

ROSARIO DE FILIGRANA

Los productores de la obra se las ingeniaron para meter a
escena una calesa real.
A más de medio siglo del debut, esa obra entretiene y genera polémica.


Anoche se realizaron dos de las últimas cuatro representaciones de “Rosario de Filigrana”, obra estrenada hace 60 años y que ahora fue montada de nuevo para clausurar, en días pasados, el festival anual estatal de teatro Wilberto Cantón.
La actual producción ha generado polémica. A unos les gusta esta versión pero otros la rechazan. Los hay que elogian parte de ese trabajo y critican el resto, otros centran sus señalamientos positivos o negativos en el montaje o bien los dirigen hacia los actores, los cantantes, el grupo de baile, la orquesta, la iluminación, el decorado…



Entre los que no están a gusto con la presentación se encuentran veteranas actrices, parte de las cuales intervinieron en la reedición de esa obra en 1983. Ellas emitieron sus comentarios al finalizar una de las dos funciones de ayer martes 17 en el teatro José Peón Contreras, a la cual asistieron.

Sin embargo la mayoría del público se divirtió con esa obra, considerada como uno de los clásicos del teatro regional. Al menos eso se vio en la función de las seis de la tarde, a la cual siguió otra presentación más a las 8:30 de la noche. Los asistentes de esta última acudieron con mucha anticipación para ganar lugar. En el recibidor del teatro ya se había formado una fila de gente cuando la función de las seis apenas estaba a la mitad.

La mayoría del público de la presentación vespertina aplaudió de pie, y sus palmas obligaron a subir y bajar el telón en dos ocasiones. Menos exigente que los críticos de arte y los conocedores de las diferentes disciplinas de ese ramo,  ese auditorio se divirtió con las peripecias de Joseíto Ek y Petrona Ché, los principales personajes de la obra, y les atrajo los números de baile, el vestuario y las interpretaciones de la orquesta, los cantantes y los coros.   
 
Se comentó que todavía se mantienen en esta tierra  elementos de la discriminación y otras costumbres o usos de hace medio siglo que se muestran en esa obra.
El argumento expone a ricos hacendados henequeneros en apuros que resuelven su situación designando como gerente a un indígena, al cual envían a Francia y España para que “se culturice”. Mareado con el poder y la riqueza que ello representa, el humilde ejidatario reniega de su origen, incluso rechaza a su prometida y trae consigo a una española para casarse con ella. Debido a que también mete en problemas a los hacendados, estos le retiran el cargo y lo dejan en la situación en que se hallaba antes de que iniciara esa aventura.


 Rosario de Filigrana es una producción en la que intervinieron 144 personas, incluyendo a los técnicos de iluminación, sonido, tramoya y mantenimiento del teatro.

De ese total, 18 son los actores principales, dirigidos por Tomás Ceballos.
El programa de mano indica que ellos son Andrea Herrera (Petrona Ché), Raúl Niño y Miguel Coello (se turnan en el papel de Joseíto Ek), Guadalupe Sagrego y Gladys Cervantes (Cristina), Beatriz Miranda (Catita), Antonio Baeza (Esteban), Ilse Morfín (Chonita), Enrique Cascante y Juan Ramón Góngora (Don Beto).
También están José Luis Almeida (Don Camilo), Miguel Coello y Raúl Uranga (Chato), Antonio Baeza (M. Ravel), Zuleyma Leal (Rosarillo), Juan José Chacón (Clemente), y Miguel Alonso y David Ortiz (Rompecaras). La cantante Maricarmen Pérez abre la obra con una interpretación.
En la orquesta participan 16 músicos que, bajo la dirección de Pedro Carlos Herrera y Juan Palacios, interpretan 11 números musicales.
En el cuerpo de baile hay 39 participantes, en el  Ballet Folklórico del Estado, otras 32, y en el coro 20 más. Hay además 19 integrantes del equipo artístico, entre ellos están los coreógrafos David Lizarraga y Rubén Balam, el director de coros, Víctor González, y la diseñadora de la escenografía y el vestuario, Marcela Zorrilla. 
 
Las dos últimas funciones de esa obra serán hoy miércoles 18, a las seis de la tarde y a las 8:30 de la noche. La entrada es gratuita.

viernes, 13 de septiembre de 2013

EL PODER DE UNA IDEA



La visión de Carballido sobre el Grito de Independencia.
Lo que no hizo una esclavitud de cuatro siglos, lo hacen ahora unas palabras, unas ideas. Esas palabras son libertad, igualdad, justicia, independencia… Esos vocablos son los que agitaron al pueblo mexicano en 1810 y que vibran siempre en la prosa que Emilio Carballido imprimió en su obra “Homenaje a Hidalgo”, un montaje de teatro, danza y música que el jueves pasado fue presentado en el teatro José Peón Contreras.

En ese trabajo el dramaturgo veracruzano utilizó su emotiva, poderosa pluma para exponer reflexiones filosóficas sobre ese acontecimiento histórico que acunó el nacimiento de la Patria mexicana. Desde 1960, cuando fue estrenada esa obra en el Palacio de Bellas Artes, se han hecho numerosas representaciones de ella en diversos foros del país. Ahora pudimos ver la versión elaborada por la Secretaría de la Cultura y las Artes y la Escuela Superior de Artes de Yucatán.
Según el sencillo programa de mano, se hizo un esfuerzo sobresaliente para reunir a más de 130 personas en esa escenificación. En la representación hay actores, bailarines, integrantes del 11º. Batallón de Infantería del ejército mexicano y músicos de la Orquesta Sinfónica  “Gustavo Río Escalante”. Estos últimos ocuparon el foso del teatro y su repertorio incluyó composiciones de Yussef Ríos Dib y Víctor Manuel Celis Padrón.

La obra fue dirigida por Tomás Ceballos, y la coreografía estuvo a cargo de Carolina Canul.
Debido a problemas con el sonido no se entendieron fragmentos del texto de Carballido, lo cual es una lástima porque ahí radica gran parte del atractivo de esa representación. La Sedeculta no invirtió en escenografía ni en vestuario del elenco principal, lo cual restó brillantez a ese montaje y dificultó la identificación de personajes, como fue el caso de Josefa Ortiz de Domínguez. La orquesta logró una buena ejecución, sobre todo cumplió con remarcar pasajes  de intensa emotividad. El público no aplaudió con gran entusiasmo.

 Quizá por la lluvia, hubo poca asistencia a la presentación. Quienes eligieron ver la función desde los palcos de la planta baja (platea) se toparon con que no podían elegir el asiento que desearan pues el personal del teatro se empecinó en colocar a esa parte del público en una mitad de esa sección.

El programa de mano indica que el elenco estuvo compuesto por los actores Ángel Fuentes (Miguel Hidalgo), Mora Abam, Amílcar Barrera, Juan José Chacón, Maritza Figueroa, Paris Gasca, Ara Moguel, Ángeles Pech, Andrés Puch y Elidé Uc. También los bailarines María Fernanda Bolívar, Dony Can, Carlos Farfán, Marcos Gan, Liliana Hernández, Francisco Kantún, Yaremi Miranda y Efraín Pech.

jueves, 12 de septiembre de 2013

“CASA CHICA, INFIERNO GRANDE”.


Gima Tuyb (en medio) dirige y actúa  en esta simpática obra.
Simpática obra para reír y reflexionar. 


   Usar la comedia para exponer problemas sociales y generar la reflexión en torno a ellos es una de las características del teatro de Gilma Tuyub, y prueba de ello es el último de esa actriz, directora y dramaturga local cuya trayectoria se consolida con cada proyecto que emprende.

     Esta vez nos trae su propuesta “Casa chica, infierno grande”, una jocosa obra de teatro regional para todo público que abrió la Segunda Temporada Olimpo Cultura  y que estará en cartelera durante septiembre y octubre.

Madre e hija discutencon una una vecina.
    La trama de esa simpática pieza es la segregación social que sienten familias del interior del estado por su circunstancia de vivir en la zona rural y no en la capital yucateca. Esto las  hace menospreciar los valores propios que tienen en su comunidad y caen en el espejismo de venirse a vivir a Mérida creyendo que con ello logran ascenso social y mejor condición de vida, aunque finalmente ocurre lo contrario.

    En “Casa chica, infierno grande” se muestra a una de esas familias que deja su humilde pero espaciosa vivienda rural por una de esas “mini-casas” de Ciudad Caucel. Al igual que en sus otros trabajos de teatro regional, Gilma Tuyub no recurre a los insultos y ofensas para generar carcajadas, su herramienta es el ingenio. Por esa razón esas obras pueden ser disfrutadas por niños y adultos.

Esta comedia se presenta en septiembre
 y la primera semana de octubre.
    Gilma Tuyub dirige esta obra que elaboró esa obra junto con Eduardo Mosqueda. También actúa en ella, en un papel secundario. Los otros seis actores que la acompañan son  Norma Rodríguez, Guadalupe Sagredo, Carminia Perez,  Mariana Lope, Valeria Rodríguez y Carlos Medina.  Todos ellos son parte de Aura Producciones, la compañía teatral que actualmente dirige Gilma.

    “Casa chica, infierno grande” tiene el apoyo de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida. Estará en cartelera durante septiembre y hasta el 11 de octubre, todos los viernes y sábados a las 9 de la noche en el Centro Cultural Olimpo. La cuota de recuperación es de $50 para adultos y $25 para estudiante y personas con credencial del Inapam.