Los productores de la obra se las ingeniaron para meter a escena una calesa real. |
Anoche
se realizaron dos de las últimas cuatro representaciones de “Rosario de
Filigrana”, obra estrenada hace 60 años y que ahora fue montada de nuevo para
clausurar, en días pasados, el festival anual estatal de teatro Wilberto
Cantón.
La
actual producción ha generado polémica. A unos les gusta esta versión pero
otros la rechazan. Los hay que elogian parte de ese trabajo y critican el
resto, otros centran sus señalamientos positivos o negativos en el montaje o
bien los dirigen hacia los actores, los cantantes, el grupo de baile, la
orquesta, la iluminación, el decorado…Entre los que no están a gusto con la presentación se encuentran veteranas actrices, parte de las cuales intervinieron en la reedición de esa obra en 1983. Ellas emitieron sus comentarios al finalizar una de las dos funciones de ayer martes 17 en el teatro José Peón Contreras, a la cual asistieron.
Sin embargo la mayoría del público se divirtió con esa obra, considerada como uno de los clásicos del teatro regional. Al menos eso se vio en la función de las seis de la tarde, a la cual siguió otra presentación más a las 8:30 de la noche. Los asistentes de esta última acudieron con mucha anticipación para ganar lugar. En el recibidor del teatro ya se había formado una fila de gente cuando la función de las seis apenas estaba a la mitad.
Se comentó que todavía se mantienen en esta tierra elementos de la discriminación y otras costumbres o usos de hace medio siglo que se muestran en esa obra.
El argumento expone a ricos hacendados henequeneros en apuros que resuelven su situación designando como gerente a un indígena, al cual envían a Francia y España para que “se culturice”. Mareado con el poder y la riqueza que ello representa, el humilde ejidatario reniega de su origen, incluso rechaza a su prometida y trae consigo a una española para casarse con ella. Debido a que también mete en problemas a los hacendados, estos le retiran el cargo y lo dejan en la situación en que se hallaba antes de que iniciara esa aventura.
Rosario de Filigrana es una producción en la que intervinieron 144 personas, incluyendo a los técnicos de iluminación, sonido, tramoya y mantenimiento del teatro.
El programa de mano indica que ellos son Andrea Herrera (Petrona Ché), Raúl Niño y Miguel Coello (se turnan en el papel de Joseíto Ek), Guadalupe Sagrego y Gladys Cervantes (Cristina), Beatriz Miranda (Catita), Antonio Baeza (Esteban), Ilse Morfín (Chonita), Enrique Cascante y Juan Ramón Góngora (Don Beto).
También están José Luis Almeida (Don Camilo), Miguel Coello y Raúl Uranga (Chato), Antonio Baeza (M. Ravel), Zuleyma Leal (Rosarillo), Juan José Chacón (Clemente), y Miguel Alonso y David Ortiz (Rompecaras). La cantante Maricarmen Pérez abre la obra con una interpretación.
En la orquesta participan 16 músicos que, bajo la dirección de Pedro Carlos Herrera y Juan Palacios, interpretan 11 números musicales.En el cuerpo de baile hay 39 participantes, en el Ballet Folklórico del Estado, otras 32, y en el coro 20 más. Hay además 19 integrantes del equipo artístico, entre ellos están los coreógrafos David Lizarraga y Rubén Balam, el director de coros, Víctor González, y la diseñadora de la escenografía y el vestuario, Marcela Zorrilla.
Las dos últimas funciones de esa obra serán hoy miércoles 18, a las seis de la tarde y a las 8:30 de la noche. La entrada es gratuita.
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