Así nos parece la obra “Escrito en el cuerpo de la
noche”, una de las fantásticas dramaturgias del maestro Emilio Carballido,
donde los integrantes de una familia migrante establecida en la Ciudad de
México viven atados a un puerto que sólo es su estancia temporal.
Ellos no lo saben, pero sus vidas están tensas, la
llegada de una joven a ese hogar es la guillotina que corta las sogas, el barco leva anclas y conduce a sus
ocupantes a sus respectivos puertos.
Juan Ramón Góngora |
Este emotivo trabajo de Carballido llegó a Mérida gracias
al talento inquieto de Juan Ramón Góngora, actor y director teatral que ayer
sábado estrenó en Casa Tanicho este montaje en formato de lectura dramatizada.
En realidad esta presentación resultó mucho más que una
simple leída de un texto, casi resultó el ensayo general de la obra, la última
pulida antes de estrenarla.
Juan Ramón se esmeró en ofrecerla con la decoración,
vestuario, sonido, iluminación y demás elementos requeridos para esta creación
escénica. El público no sabría que está ante una lectura dramatizada si no
fuera porque los actores llevaron todo el tiempo consigo sus cuadernos de
parlamentos.
Eglé Mendiburu y Xhail Espadas |
Ese montaje teatral lució también por su estupendo
reparto: Eglé Mendiburu, Xhail Espadas, Lorena de los Ángeles Barrera y Joaquín
de la Rosa Espadas.
Las dos primeras son experimentadas y queridas actrices
que no se limitaron a recitar los textos asignados en el guion sino que consintieron al público con sendos trabajos histriónicos que fueron aprobados con abundante
aplauso.
Eglé desempeñó el papel de una abuela viuda que, lejos
pasar esa etapa de la vida en jubilación, trabaja elaborando alimentos en el
hogar para vender y tener ingresos para gastos del hogar y reunir
lo necesario para recibir la sepultura que ella desea al morir.
Joaquín de la Rosa y Lorena Barrera |
La anciana ocupa sus horas en esa preocupación, sus
nostalgias, los anhelos incumplidos y el amor a su hija y su único nieto.
Xhail es la hija de aquella. También es esposa de un
idealista aventurero que la abandonó al estar más interesado en llevar el
marxismo por el orbe que encargarse de su familia. Ella es trabajadora manual
en una escuela, su calvario es la rutina.
Respecto a Lorena y Joaquín, son jóvenes actores que respondieron bien a la mano del
director. Hay entusiasmo, concentración y responsabilidad en los trabajos que
les correspondió.
Ella representa a una muchacha crecida en la calle,
graduada en la dura universidad de la vida, por ello miente, abusa y delinque cuando
considera necesario hacerlo. Es la joven que irrumpe en el hogar para soltar
las amarras del destino de cada uno de sus integrantes.
El papel de Joaquín es de un adolescente que quiere ser
cineasta, se entiende mejor con su abuela que con su madre, y cree que podrá
encontrar a su padre y obtener ayuda de este para lograr su propósito.
En el desenlace de la obra se nos muestra cuál es el
derrotero que siguió cada integrante de la familia una vez que el barco deja el
puerto de origen y se adentra en los océanos.
Esta obra de Emilio Carballido fue escrita en 1993 y fue
llevada al cine en 2016 mezclada con el cuento La Desterrada.
Juan Ramón Góngora hizo el montaje local gracias a una
beca federal que recibió en reconocimiento a su trayectoria teatral. Con este
proyecto, él pretende hacer un reconocimiento al dramaturgo mexicano, a diez
años de su fallecimiento.
Sin duda, logró su propósito. Esta versión de “Escrito
en el cuerpo de la noche” es un buen trabajo que pone ante el público la
sensibilidad, humor y poesía que caracterizan los textos de Carballido, y
también muestran la destreza con la que el escritor veracruzano creó personajes
y manejó las pasiones humanas.
Esta obra se presentará por segunda y última vez este
domingo, a las 7 de la noche, en Casa
Tanicho, ubicada en el cruce de las
calles 66 y 41. Boletos a $50. Al terminar la función habrá un brindis con vino.
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