Kerygma Flores, Mónica Bejarano y Patricia Collazo. |
Tres buenas actrices visitan Mérida
¿Qué mujer no tiene deseos de gritar para desahogarse de sus
angustias, soledad, desesperanza, rencores y sufrimientos? Cuál de ellas no quiere
desgañitarse para que salgan por la garganta esos dolores que punzan el alma de
las agobiadas amas de casa, las esposas incomprendidas, las empleadas
explotadas…
Todas quisieran hallar paz vociferando, expulsando a gritos el
desconsuelo, la congoja, la pena y los tormentos que asoman en cualquier etapa
de la vida de cualquier mujer. Pero ellas no pueden hacerlo cuando lo desean, deben
reprimirse porque la sociedad no lo permite excepto en cierto lugar y
circunstancia.
Lo anterior es el mensaje central de la obra teatral
Dirección Gritadero, escrita hace casi 30 años por el premiado dramaturgo Guy
Foissy, nacido en Senegal, la ex colonia francesa, pero que desde joven emigró
a París y ahí realizó su carrera.
En las obras de este autor abunda un singular
humor -negro y absurdo- al momento de plasmar su visión sobre la sociedad
contemporánea, lo cual hace un poco
difícil entender la trama de la escenificación citada, la cual se presentó ayer
sábado por la noche en el teatro Fantasio
y que se repetirá hoy domingo, a las 8 de la noche.
Analie ´Gómez, primera a la izquierda. |
Esa obra llegó a Mérida con tres buenas actrices de la
Ciudad de México gracias a un proyecto
de también actriz Analie Gómez, quien dejó Yucatán por un tiempo para estudiar en la capital
del país una maestría en la Escuela Nacional de Arte Teatral.
Como parte del
examen para obtener el título respectivo ella montó esta escenificación que
estrenó en octubre pasado y se mantuvo
en cartelera hasta noviembre, en la
Ciudad de México.
El elenco está formado por
Mónica Bejarano, Patricia Collazo
y Kerygma Flores, cuyo trabajo en las tablas hace disfrutable esta obra que exige esfuerzo
para entender el mensaje y la situación de cada una de las protagonistas: La
típica ama de casa que se sacrifica por el esposo, los hijos y el hogar; una
esposa desencantada cuya situación la hace tener varios amantes, y una
trabajadora urgida de ingresos pero que es rechazada por criterios contradictorios
en los centros de trabajo.
Las tres coinciden en el paradero donde esperan el autobús
que las llevará hasta el Gritadero, el sitio donde está permitido desgañitarse
para reducir la carga de las penas, tener un desahogo que permita continuar con
sus vidas.
Mientras aguardan la llegada del vehículo se confiesan, revelan su situación
individual, y además descubren que los hombres también tienen la misma necesidad de
gritar. Los varones aguardan el mismo autobús, e incluso lo abordan antes que ellas.
Hay quienes consideran que esta obra también es una crítica a gobiernos
totalitarios que imponen censura y reprimen las libertades ciudadanas para
mantenerse en el poder.
En este montaje no hay escenografía, lo cual contribuye a que el
foco de atención del espectador sea el trabajo de las actrices, su desempeño
actoral, el movimiento de cuerpo y el modo en que ellas usan la voz. Gracias a esto no decae el interés.
Esta presentación, como ya dijimos, se repetirá este domingo
15, a las 8 de la noche, en el teatro Fantasio. La entrada es gratuita, no se
requieren boletos. (Mérida Cultura)
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